Ayer se inauguró la exposición de María Blanchard en Santander. Nos enteramos a través de los medios. Fuimos. Los sobrinos nietos y sobrinos bisnietos de María caminamos del brazo viendo algunas obras que nunca habíamos visto.
La magia es amor que trasciende la muerte. Después de la exposición, los Gutiérrez Cueto y los Blanchard nos fuimos juntos a celebrar. A celebrar la vida de tía María, tan nuestra y tan universal, a celebrar que la viviera tan estupendamente, que aun después de tantos años de su muerte, logre reunir a los suyos, provenientes de tantos y tan distintos lugares del mundo, y nos una en un abrazo que nos conmueve, nos enorgullece y en cualquier momento, nos hará estallar de felicidad.
Los organizadores de la exposición tuvieron la idea estupenda de colocar el retrato de tío Fernando justo en la entrada, el retrato que pintó Abín.
El Capitán don Fernando Gutiérrez Cueto, con sus ojos de cielo, cejas de diablo, bigotes de chiste y corazón de galerna, me devolvió la mirada. Nuestro héroe fue un hombre bueno y justo, de caminar bamboleante de marino en tierra, capacidad desternillante para las rimas y enojos temibles. Un héroe de los de verdad…es muy común que se llame “héroe” a un mercenario. Él salvó muchas vidas en muchas ocasiones y participó en la Guerra de Cuba para ayudar a los soldados de su patria, que pasaban hambre, y así se convirtió en el rompe-bloqueos más famoso de España. Tío Fernando liberó a una de nuestras mujeres del abuso que sufría a manos de un hombre incorrecto. Nuestro héroe de ojos de cielo, tomó al sujeto del pescuezo y lo lanzó lejos, lejos, lejísimos y gracias a él, esa mujer nuestra logró sus sueños y se hizo un nombre.
El amor es magia que trasciende la muerte y por eso ayer, al ver su retrato por primera vez, tuve ganas de meterme al cuadro y llenar de besos a nuestro renegón favorito y decirle gracias, hermosura, eres casi mi favorito, pero tu hermano Domingo te ha ganado, y es que Dominguco es la hostia, como dicen aquí.
Este proyecto que me trajo a la tierruca es un sueño colectivo, un anhelo atávico. Yo escribo la historia de nuestra familia, sí, pero lo hago basada en los pedacitos de asombro que la mayoría de mis primos me regala. Nos ganamos la lotería genética y una forma de agradecerlo es contar las vidas de los Gutiérrez Cueto, de sus padres, de sus hijos, de sus nietos y de sus bisnietos. Y contaremos su historia juntos, como la familia que somos. Lo haremos bien, desde el respeto y el amor que los nuestros legaron. Benditos sean nuestros espíritus fantásticos, sus miles de aciertos, su puñado de errores y el nombre inmenso que nos dejaron.
Tía María fue un mujerón, como decimos en el Perú. Tía María no tuvo nada de triste ni de débil, como algunos afirman, barriendo con esas dos palabras la valentía y la libertad de la mujer más valiente y más libre de una familia llena de mujeres valientes y libres. Se equivocan, y he aquí a nosotros, los suyos, para contarle al mundo la cantidad de veces que ella venció. Y si vas a Tantín 25, verás también a tío Fernando, a todo color y no en blanco y negro como aparece en los libros de historia. Verás sus cejas de diablo y no sabrás si fruncirle el ceño de vuelta o morirte de ternura ante sus ojos de cielo.
Colocar el retrato de tío Fernando en la exposición de María ha sido una idea estupenda y damos las gracias a quien lo haya decidido. Son nuestros espíritus más famosos. Los dos fueron héroes. Todos formamos parte de un todo. Y este todo nuestro es emocionante.
Comparte este escrito, ayúdame a contarle al mundo que los Gutiérrez Cueto, aquí en la tierra, estamos terminando de escribir la historia de nuestros valientes. Ayúdame a contarle al mundo que vamos a resucitarlos hasta oírlos cantar. Ayúdame a contarle al mundo que ésta vez, la historia la narrarán los suyos.*
María Gutiérrez Blanchard vivió.
SIXTINA / Úrsula Álvarez Gutiérrez.
Tataranieta de Cástor Gutiérrez de la Torre.
Bisnieta de Sixto Gutiérrez Cueto.
Nieta de Sixto Gutiérrez Galloso.
Santander, 19 de marzo 2022
*Contaremos las historias de: Enrique, Fernando, Sixto, Cástor y Domingo Gutiérrez Cueto; Aurelia y María Gutiérrez Blanchard, Sixto Gutiérrez Galloso, Matilde de la Torre Gutiérrez, Consuelo Berges, Enrique Barahona Gutiérrez, y a través de las de ellos, las del origen: Cástor Gutiérrez de la Torre y Concha Cueto y Sánchez.
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